La mayoría de las estadísticas que aparecen en España sobre la tasa de suicidios de dentistas son realizadas en EEUU. Se basan en dentistas americanos, que si bien es muy alta entre las profesiones sanitarias, no nos podemos guiar por ellas debido a la diferente idiosincrasia del dentista español.
Para empezar, España es uno de los países con tasas de suicidios mas bajas del mundo. con lo cual el problema se debería de abordar de otra manera. Si bien desde la pandemia algunas profesiones sanitarias han subido su tasa de suicidios como los médicos, no está claro que haya sucedido entre los dentistas.
El estudio mas reciente que se ha realizado en España sobre suicidios en profesiones explica que el mayor porcentaje de suicidios se encuentra entre los policías, la guardia civil y los médicos. El porcentaje de médicos que han optado por esta opción se ha incrementado con la pandemia hasta el 1'3%, pero lejos del 1,87% de los médicos americanos de datos del 2015. Los dentistas americanos se situaban en segundo lugar con una tasa del 1,67%, pero en España no tenemos cifras.
El problema de los médicos en España fue que aumentaron su nivel de estrés por el Covid con excesivas horas, mucha responsabilidad, poco equipamiento y un riesgo muy alto de contagio que podía llevar a la muerte. En muchos casos aumentó el desajuste emocional de los médicos con una endeble salud mental, sin poder hacer frente al desgaste emocional. Mientras tanto, los dentistas estuvimos en casa confinados viendo las series de Netflix.
Los americanos dicen que las causas para llegar a ese extremo son varias como explican en Mental Health Daily ; "Hay muchos factores que probablemente contribuyen a este mayor riesgo de suicidio, entre ellos: estrés, naturaleza exigente del trabajo, quejas de los pacientes, perfeccionismo e incluso préstamos para pagar de la escuela de odontología. Muchos nuevos dentistas ingresan al campo con una deuda significativa y trabajan demasiado para intentar pagarla, sin darse cuenta de que están sacrificando su salud personal". En España estas causas que también aparecen en los dentistas españoles, pero no son suficientes para que un dentista llegue a suicidarse.
En primer lugar el estrés no es causa suficiente de suicidio. Todo el mundo tiene estrés y no es motivo, salvo que exista un problema mayor como una depresión no tratada o por problemas psicológicos mas profundos. Sobre la naturaleza exigente del trabajo, también lo diría una ama de casa después de 20 o 30 años, pensando en qué cocinar cada día para la familia y encima que se vaya a trabajar a las 9 de la mañana a la oficina o a la clínica del dentista "estresado". Las quejas de los pacientes se minimizan si haces bien el trabajo. Y el perfeccionismo está muy ligado a una patología de neurosis obsesiva, que tiende a una muy poca tolerancia con la frustración. De ahí la tendencia al orden exagerado y el perfeccionismo.
En España es mucho mas barato estudiar odontología. Los estudiantes no necesitan préstamos, salvo en contadas ocasiones y la mayoría de las veces las familias pueden hacerse cargo de los estudios. Con tantos dentistas en España, los americanos pensarían que todas las familias de por aquí somos ricos, pero de momento ni los propios dentistas en activo lo son, después de años de trabajo como muchos dentistas en EEUU. Por tanto, no es un factor de riesgo de suicidio para los dentistas españoles. Aquí no te meten en la cárcel porque no pagues un crédito, aunque sí que lo pueden hacer si no pagas a Hacienda.
Ahora bien, yo pienso que la diferencia entre los dentistas americanos y españoles con respecto a la manera en cómo se afronta el problema, tiene que ver mas con la idiosincrasia cultural de los americanos y nuestra manera de ver la vida. En EEUU la mayoría de los dentistas son judíos o angloamericanos de ascendencia protestante. Son religiones basadas en la culpa y la vergüenza, y además, la protestante en una ética del trabajo. Cuanto mas se trabaje mas se consigue la gracia divina y el reconocimiento social, pero el hombre siempre es culpable de sus actos. Si el dentista americano no tiene unos buenos mecanismos de defensa contra el sentimiento de culpabilidad, hasta dónde puede llegar cuando se le cae un empaste a alguno de sus pacientes. La culpa del dentista judío se acerca mas a la vergüenza por cometer un error, como un alejamiento del deber y la responsabilidad para lo que está bien hecho.
Los mayoría de los dentistas españoles hemos sido educados en la religión católica, que es una religión de la culpa. Debería de suponer que estamos dentro de esas tasas para los dentistas americanos, pero en la religión católica la culpa se expía con el sacramento de la penitencia. Cuatro avemarías y me he olvidado del empaste que se me cayó. Además, la sociedad en España se ha vuelto descreída y tampoco hace falta ir al cura para que te dé la penitencia. Solamente con negar la culpa es suficiente. No conozco un dentista en España, pero ni uno solo, que admita su culpa ante un fracaso de un tratamiento dental, incluido yo por supuesto. Ni vergüenza ni culpa ni torturas nocturnas. El dentista español puede que sí que tenga bruxismo y que apriete los dientes por la noche, que coma mucho y que le guste el vino, pero la culpa para el americano. Por este motivo, dudo mucho que el dentista español tenga problemas con el suicidio.
Desde que empecé a ser "arreglador de dientes" en el año 1978 he visto muchos casos de suicidios dolorosos. Pacientes, conocidos, amigos de ambos sexos pero solo un caso de suicidio de un dentista. Era médico estomatólogo como yo y amigo mío. No creo que fuera debido al estrés o por alguna de las causas citadas. Eran sus problemas personales que lo consumían y que todos tenemos y debemos de saber afrontar, solos o con ayuda profesional como hacen los americanos, que siempre están en el diván del psiquiatra de Woody Allen.
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