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Foto del escritorGilberto Salas

La cuarta dimensión en ortodoncia. El tiempo.



Hace poco apareció un estudio en el blog de ortodoncia de Kevin O´Brien sobre el tiempo que decían los ortodoncistas que terminaban sus casos y solo un 2,3 % tenían evidencias de que se adaptaba a la realidad. O sea el el 98 % de los ortodoncistas no concretaba correctamente sus tiempos de tratamiento.


Los ortodoncistas nos preocupamos por los tiempos de tratamiento, de activación y cambio de alineadores, de los protocolos utilizados en cada etapa de la línea temporal, pero nos preocupa mas exponer un caso bonito que la realidad que hay detrás. Y la realidad no es tan bonita como se pinta, pero es adonde tenemos que llegar. El tiempo en ortodoncia implica muchos factores desde la inserción del primer alineador, las primeras horas de uso, el tiempo de fuerzas activas, el cambio de alineador cada dos semanas o el número de alineadores necesarios para un tratamiento de ortodoncia. Aun así lo mas importante es el tiempo relativo al paciente.


Recuerdo que hace muchos años cuando empezaba los tratamientos de ortodoncia, le decía al paciente el día que iba a terminar el tratamiento si cumplía el protocolo de citas, roturas de alambres y despegues de brackets. Solo terminé un paciente en la fecha indicada, ya que la mayoría fallaban a las citas, rompían los alambres o despegaban los brackets sin venir a cambiarlos. A pesar de ello siempre me recordaban el día en que tenía que retirar los brackets olvidando estos percances que retrasaban el tiempo de tratamiento.


Con los alineadores volvemos a cometer el mismo error, ya que el programa de ortodoncia nos da el número exacto de alineadores pero no nos avisa del Covid, de las pérdidas del aparato o del número de horas que el paciente ha llevado el alineador. Aun así, ahora poseemos mas herramientas para soslayar este inconveniente al fabricar y planificar los tratamientos en clínica. Por ejemplo, si a un paciente se le rompe o pierde un alineador y no puede venir a la consulta, el hecho de fabricarlo nosotros y no mandarlo a EEUU o una fuente externa, el paciente tiene el alineador al día siguiente y continúa dentro de su línea de tiempo mas o menos prevista.


El ortodoncista tiene que valorar la línea de tiempo en un tratamiento de ortodoncia desde el principio para evitar que el paciente perciba el tratamiento de ortodoncia como una montaña, realizando protocolos de cambios de alineadores mas efectivos o usando aditamentos como los microtornillos o los distaladores que disminuyan el tiempo de tratamiento. El paciente necesita estar continuamente motivado y observar cambios en el estado de sus dientes.


El problema es que introducir nuevos aditamentos, protocolos, etc., no deja de ser una innovación con las consecuencias que acarrea cada nuevo establecimiento de una novedad en la clínica dental. Una incertidumbre si lo que se ha aprendido va a ser efectivo o no y si va a modificar la línea de tiempo para mejor o peor. Pero como toda innovación hay que realizarla porque en definitiva el que sale ganando es el paciente.


Todas estas variables deberían de ser explicadas al paciente y que el ortodoncista las reconceptualice permanentemente. Es la ortodoncia de la cuarta dimensión.



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