Si hacemos caso a las estadísticas del número de dentistas en España mayores de 65 años, nos daremos cuenta que es un porcentaje muy bajo en el total. En la Comunidad Valenciana todavía el porcentaje es dos puntos menor. Los dentistas mayores de 65 años la mayoría son médicos estomatólogos, una titulación que desaparecerá con el último de ellos.
Lo que tienen en común los dentistas de todos estos rangos de edad, desde los mas jóvenes hasta los mas viejos es que están deseando jubilarse. Se diría que en España tenemos aversión al trabajo, pero no es así ya que el trabajador español es el que mas horas trabaja en Europa, aunque no sea el mas productivo.
En la franja de los dentistas mas jóvenes, que son los que mas abundan, las causas del deseo de jubilarse son variadas. La primera es el choque que se produce cuando empiezan a trabajar, dejando la barra de la discoteca para sentarse en el taburete dental. Eso produce un exceso de responsabilidad con exceso de competencias, para las cuales el dentista joven no está capacitado. Ahí empiezan los deseos de jubilación. Los fines de semana se esperan con mucho anhelo y se viven como si no estuvieran trabajando, con la angustia del lunes. Poco a poco estos dentistas van cogiendo experiencia y seguridad en el trabajo hasta que entran en la franja de los 45 a 64 donde los deseos de jubilarse se vuelven a incrementar. El problema es la rutina y un lugar de trabajo, la clínica dental, muy aislado dentro de sus cuatro paredes, donde se empieza a sentir como en una cárcel. Conforme pasan los años los dentistas de esta franja empiezan a quemarse, sobre todo a los 55 años, donde comienzan los problemas existenciales de la mayoría de las personas sean dentistas o no. Si además son dentistas que trabajan con horario de fábrica, el agotamiento psicológico es muy grande y el deseo de jubilación se acrecentará.
Los dentistas del último tramo o se están jubilando o ya los están con jubilaciones parciales. Pero hay unos pocos que siguen trabajando hasta que el cuerpo aguante, y aguanta mucho. ¿Cuál es el secreto de estos dentistas que suelen trabajar mas allá de los 70, 80 o incluso 90 años? Muy fácil, haber conocido sus límites desde muy pronto y encarar la profesión como parte de una vida y no como algo separado del día a día. En realidad, el concepto del trabajo es vivir 24 horas cada día y no trabajar 8 horas al margen de la vida. Y la vida es un proyecto continuo, que no se acaba hasta la verdadera jubilación, que es la muerte. La vida en sí misma es un trabajo, una creación.
Otra de las cosas importantes de postergar la jubilación hasta el deceso final es que los ingresos por trabajo se convierten en la mejor retribución de jubilación. La otra es la responsabilidad social que tiene el dentista que no se jubila ni cobra una paga del Estado/mamá, ya que sigue pagando a la seguridad social, lo que seguramente a otra persona le vendrá mejor.
Y no hablemos de la salud mental que conlleva trabajar hasta los 90 años como los japoneses. Con las expectativas de vida cada vez mas amplias, qué hace un dentista que se jubila tras 40 años profesión cuando le pueden quedar unos treinta años mas de vida. Muchos dentistas que dejan de trabajar prematuramente, no saben qué hacer porque su vida solo ha estado relacionada con el trabajo y no saben que había otra vida, donde la existencia en sí misma es el trabajo de vivir.
Creo que estos dentistas son historia viva de la odonto/estomatología en España. Sería interesante que el colegio de dentistas organizara de vez en cuando algún tipo de conferencia o mesa redonda donde pudieran interactuar estos dentistas de mas de 70 años con jóvenes o menos jóvenes, para que nos cuenten sus experiencias a lo largo de su vida y como han podido compaginar o superar sus miedos desde que terminaron la carrera hasta ahora. Creo que muchos de ellos se identificarán con los mismos problemas de los dentistas mas antiguos.
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