Desde que Invisalign tuvo que liberar la patente en 2017 porque expiró el tiempo de uso monopolizado de su programa, han aparecido multitud de programas que han intentado imitar al programa estrella de Align Technologies. La mayoría de estos programas intenta imitar el modelo de negocio de Invisalign, dejando poco margen de trabajo al dentista. Otros programas sí que lo permiten pero existe un resultado bastante dispar en el resultado final, que no es otro que poder imprimir modelos a partir de los STL, donde se puedan fabricar los alineadores para los movimientos de ortodoncia. Nosotros hemos probado hasta 15 de ellos llegando a la conclusión que el mejor de todos ellos es el ArchForm.
El ArchForm es un software creado por Andrew Martz en San José, California, a la vera de Align Technologies. Empezó su andadura a finales de 2017 y poco a poco se ha ido extendiendo entre los dentistas que quieren fabricar los propios alineadores en clínica. La primera ventaja que esto conlleva es el abaratamiento de la ortodoncia con alineadores, ya que al no tener que enviar los modelos del paciente a EEUU, el tratamiento puede salir a mitad de precio.
La gran ventaja para el ortodoncista es que es él mismo el que realiza los protocolos de cómo se deben de mover los dientes del paciente para que lleguen a su resultado final. Además puede elegir el material ideal para cada paciente y cada alineador. Por ejemplo, el ortodoncista elige el material dependiendo de las características de la maloclusión del paciente o el grado de complejidad. Los materiales pueden cambiarlos a poliuretano, polietileno glicólico, policarbonato, poliéster u otros con diferente módulo de elasticidad.
Además de las múltiples ventajas de exportación de los STL para impresión que son indefinidas, puede incorporarse en todos los dispositivos de la clínica o en casa. Esto permite que en el mismo gabinete podamos mostrar al paciente la línea de movimientos de sus dientes.
ArchForm permite a los dentistas y ortodoncistas no formados en ortodoncia digital la posibilidad de realizar los protocolos de los movimientos con sus expertos en EEUU. También pueden fabricar los alineadores aquí en Europa, en caso de que no se disponga de impresoras en 3D o que el dentista no quiera fabricarlos en su consulta. Este servicio encarece el tratamiento pero nunca hasta los extremos que llega Invisalign.