Los tratamientos de ortodoncia se realizan para mejorar el aspecto facial del paciente, la sonrisa y el apiñamiento de los dientes. También para mejorar un problema de ATM o facilitar una rehabilitación protética. En muchos casos se necesita espacio para alinear los dientes. Se consigue limando los espacios interdentales, ensanchando las arcadas maxilares o realizando extracciones dentarias. Las extracciones dentarias pueden ser de los primeros premolares de ambas arcadas o de los cordales, que son las muelas del juicio. La controversia actual es si se debe o no extraer los premolares del paciente siendo jóvenes o no e incluso siendo adultos.
Existen muchos artículos científicos que explican que las extracciones de premolares no alteran el perfil ni la sonrisa del paciente y otras tantas que sí los afectan. El problema se encuentra en el diagnóstico de cada ortodoncista para realizar las extracciones, ya que si este es un ortodoncista que se fija mas en las consecuencias que acarrean las extracciones dentales en el perfil será mas prudente a la hora elegir este tratamiento. El ortodoncista que considere que es mas importante corregir las relaciones de arcada de un modo mas normativo, es decir, el modo en que piensan las autoridades en ortodoncia de cómo deben de ser terminadas las arcadas dentarias, puede que soslaye las necesidades individuales del paciente en detrimento del modo normativo y axiomático de una ortodoncia idealizada.
Hay varios factores para reconsiderar las extracciones de premolares en la actualidad. En un mundo donde los pacientes jóvenes no adultos van teniendo mas importancia en sus decisiones, no creemos que este tipo de exigencia del tratamiento tenga que ser realizado por los padres. El paciente joven no puede elegir y se convierte en una imposición, que en muchos casos es estética y el problema puede ser solucionado en la edad adulta con mayor implicación del paciente. Un paciente joven no adulto muy pocas veces está implicado en su tratamiento y menos si hay por medio extracciones dentales.
Con un paciente joven poco implicado y con brackets los tratamientos de ortodoncia se vuelven interminables. Y si encima es de extracciones los resultados pueden ser bastante desalentadores. En cambio con pacientes motivados y con alineadores las cosas pueden ser bastante diferentes.
Por ejemplo, si se necesita espacio para corregir problemas de adelantamiento de maxilares, se pueden extraer las muelas del juicio sin perjuicio de la posible alteración de la sonrisa y del perfil del paciente. Las secuencias distalizadoras de dientes con alineadores o lo que es lo mismo, la capacidad de encontrar espacio en la zona de las muelas del juicio, llevando hacia atrás los dientes sin menoscabo de la sonrisa, puede ser una muy buena solución para estos problemas.
La conclusión es que antes de realizar un tratamiento con extracciones en la actualidad es preferible tener la opinión de varios ortodoncistas. Si es un adolescente lo mejor es esperar a su etapa adulta y que él decida. El tratamiento de ortodoncia no es un tratamiento que implique una urgencia o que deba de ser de carácter inmediato. Solo en casos en que los pacientes sean candidatos a una cirugía ortognática son candidatos a una ortodoncia de intervención inmediata. Si no es así es mejor esperar a ver cómo se desarrolla el paciente y tomar las decisiones correctas.
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