El hueso imprimido en 3D es casi una realidad. Está a punto de ser homologado en la UE, lo que permitirá a los dentistas fabricar sus propios implantes del mismo modo que fabricamos alineadores.
Una forma de un implante imprimido en 3D podía muy bien ser la del render. Las celosías permiten que exista un riego sanguíneo en la malla trabecular y neoformación ósea. La osteointegración sería completa y con un material inerte donde no existe el rechace.
El diseño del implante será hecho por el dentista, permitiendo técnicas mas sencillas, menos invasivas y mucho mas seguras que colocar metal dentro del hueso del paciente.
Las impresoras para hueso son un poco caras, la mas barata es de 20000 €, pero ya están saliendo impresoras de bajo coste capaces de imprimir hueso, por lo menos para el tamaño de un implante dental.
Cuando esta tecnología esté al alcance de los dentistas se abaratará el precio de los implantes de un modo considerable, ya que no dependerán de los distribuidores que encarecen mucho el precio del implante final.