La empresa francesa Dental Monitoring permite a los odontólogos y ortodoncistas monitorear y observar el estado de los movimientos de ortodoncia de los pacientes desde una aplicación. Funciona en base a unas imágenes tomadas con el móvil y un dispositivo que escanea la boca. Estas imágenes serán procesadas por una Inteligencia Artificial que ayuda a detectar el estado de los movimientos de ortodoncia y un posible desajuste de los alineadores. Se pueden hacer visitas virtuales con el dentista con un apoyo remoto al tratamiento.
Recientemente han ampliado sus servicios con la posibilidad de cotejar archivos STL(inicial y actual) tomados en clínica para generar un nuevo STL comparativo de la posición real. Parece que la misión es evitar el escaneo en clínica, ya que se envía el archivo digitalizado del movimiento y la IA genera un STL a partir de la información de las imágenes y los STL enviados del paciente.
Para que la IA detecte el estado actualizado de la boca del paciente se necesita un dispositivo que permita un escaneo conseguir las imágenes para conocer si la función de los alineadores ha sido la correcta. Este dispositivo hay que instalarlo con el teléfono móvil, para que con una serie de movimientos se consiga un resultado que la IA pueda trabajar.
El primer problema que tiene DM es el tamaño del dispositivo de escaneo. Si bien ya ha sido reducido desde su aparición, sigue siendo complicado su manejo. No es fácil que el paciente siga los consejos de tomarse todos los meses un escáner de su boca para mandar a la clínica dental. Para muchos de ellos es mas práctico acercarse a la clínica y que les hagan unas fotos rápidas con extrema calidad que ponerse ese dispositivo en la boca todos los meses. Con estas fotos se pueden monitorear todos los pacientes y el estado de los alineadores, en caso de que no terminen de encajar.
El segundo problema es el precio. Desde que DM apareció en el mercado en el año 2018, han ido subiendo los precios como Invisalign. El dispositivo es demasiado caro, sabiendo que es muy barata su construcción. Además, se podría mandar unos STL para que el dentista lo imprima como hacen en i.smile, otra app mucho mas barata y con la misma eficacia que la app de DM.
El tercer problema es que la aplicación se quedaba corta. El escaneado de los dientes daba imágenes superficiales que podían ser entendidas por un ortodoncista avezado sin necesidad de la IA. Solamente con ver los alineadores en la boca del paciente y ver si encajan o no, es suficiente para hacer un buen diagnóstico. Dependería de entrenar bien a los pacientes para tomarse ellos mismos unas fotos con toda esa información, sin necesidad de ese dispositivo.
Realmente la DM app tenía poca utilidad hasta ahora debido a la poca colaboración de los pacientes con el dispositivo de escaneo.. En cambio, con la actualización de los servicios de cotejación de STL e imágenes escaneadas del paciente la app de DM puede haber dado un salto muy importante en el servicio de monitoreo al paciente, si de verdad funciona eficazmente.
Si el dispositivo de escaneo no fuera de obligada compra con un mínimo de piezas, que además se pudiera descargarse para imprimir y la STL Smart, como así llaman a la comparativa de archivos e imágenes, podemos estar en una aplicación con mucho futuro. Solamente habría que instruir a los pacientes en cada visita que incorporen un hábito de escaneado hasta que puedan ser independientes en el manejo del dispositivo y la aplicación.