El tratamiento para salvar los dientes de caries muy extensas y que afectan a la pulpa se llama endodoncia. Consiste en extirparla y rellenar con un material inerte y cementos biocerámicos. Este tipo de tratamientos no tiene buena fama entre los pacientes ya que muchos de ellos prefieren la extracción dental antes de someterse a un tratamiento de endodoncia.
El problema es que a los dentistas casi no se les enseña a endodonciar dientes. Es una parte de una asignatura y solamente se enseña en profundidad en los programas de postgrado. Implica que los dentistas generales no tienen la suficiente capacidad para tratar endodoncias con alta fiabilidad como tienen los dentistas postgraduados. Significa que los dentistas generales tienen una alta incidencia de fracasos y lejos de volver a retratar la pieza prefieren quitarla y colocar un implante, ya que es mucho mas fácil y rentable colocar un implante que realizar una buena endodoncia.
Una endodoncia bien hecha tiene un mayor índice de éxitos que un implante, hasta un 95 %, No existe riesgo de alergias además de ser un elemento natural que posee el paciente y no externo que en la mayoría de las veces es metal.
Otro problema añadido para la mala prensa de las endodoncias es que los endodoncistas especialistas no terminan las restauraciones protésicas. Lo dejan a sus referidores que por regla general no saben cómo terminar esas piezas y muchas veces realizan corona enteras donde se pueden poner overcrown o restauraciones convencionales que llevarán a la fractura. Por eso es importante que los endodoncistas asuman esta tarea de una vez por el bien de sus pacientes.
Creo que ya es hora que los dentistas generales otorguen la importancia real del endodoncista en el día a día de la clínica dental. Primero por los propios endodoncistas, segundo por los dentistas generalistas que asuman los riesgos de las endodoncias con deficientes tratamientos y tercero los directores de clínicas dentales que comprendan que el prestigio de una clínica no se obtiene por colocar muchos implantes, sino por realizar buenos tratamientos dentales sin sobretratar a los pacientes por un asunto de flujo de caja. El éxito se encuentra en el boca a boca y los pacientes agradecen que las clínicas piensen en ellos antes que en el propio beneficio