Uno de los problemas que surgen con el tratamiento de alineadores invisibles, es respecto al tiempo o la línea del número de alineadores que hay que llevar hasta el fin de tratamiento.
El primer problema surge cuando se realiza la línea de tiempo del número de alineadores en el software ArchForm. Es un programa muy preciso pero no valora los imprevistos. Uno de los cisnes negros con que hemos lidiado todos los ortodoncistas del mundo ha sido el confinamiento por COVID. A pesar de que todos los pacientes recibieron sus alineadores, las citas telématicas y presenciales se espaciaron mas de lo debido.
Otro de los problemas es la importancia que supone la cita telématica o presencial, es decir, un control fotográfico cada vez que haya un cambio de alineador. El alineador necesita haber actuado lo suficiente y en muchos casos no coincide con el número de días que hemos planeado. A veces se necesita menos días, con lo que se permite actuar con mas alineadores por mes y otra veces hay que ir mas despacio porque el alineador no ha hecho el efecto deseado. Esto puede deberse a que el paciente no usa los alineadores 22 horas y la acción es mas lenta, lo que significa que el cambio de alineador se debería de retrasar unos días mas.
Además están los imprevistos de roturas, pérdidas, olvidos, refinamientos necesarios para llevar a cabo un tratamiento con alineadores. Por tanto, es difícil calcular el tiempo de tratamiento preciso con ortodoncia de alineadores invisibles. Aun así siempre es menos tiempo que con los brackets, ya que un despegue de un brackets, mas todos los inconvenientes que nos causa el confinamiento, el tratamiento se puede hacer eterno